¡ Bienvenido al corazón de la Dordoña, en la bastida real de Domme, Acrópolis del Périgord !

Dordogne Périgord, une bastide, l'acropole du Périgord. Le charme de Domme est indéniable, il y règne une atmosphère particulière, calme et sereine qui apaise l'âme autant que l'exceptionnel panorama sur la vallée de la Dordogne qui dévoile aussi bien le château de Montfort, le village de la Roque Gageac et le château de Beynac. Mais le hasard a offert bien d'autres trésors à Domme         Dordogne Périgord, une bastide, l'acropole du Périgord. Le charme de Domme est indéniable, il y règne une atmosphère particulière, calme et sereine qui apaise l'âme autant que l'exceptionnel panorama sur la vallée de la Dordogne qui dévoile aussi bien le château de Montfort, le village de la Roque Gageac et le château de Beynac. Mais le hasard a offert bien d'autres trésors à Domme

el Ayuntamiento


El Ayuntamiento 2020-2026


Haga clic AQUÍ si desea conocer las delegaciones de cada miembro del Ayuntamiento.

Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
El Alcalde
J-C. Cassagnole
Dordogne Périgord, une bastide, l'acropole du Périgord. Le charme de Domme est indéniable, il y règne une atmosphère particulière, calme et sereine qui apaise l'âme autant que l'exceptionnel panorama sur la vallée de la Dordogne qui dévoile aussi bien le château de Montfort, le village de la Roque Gageac et le château de Beynac. Mais le hasard a offert bien d'autres trésors à Domme...
Teniente de Alcalde
E. Troubady
Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
Teniente de Alcalde
S. Husson
Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
Teniente de Alcalde
A. Germain
Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
Teniente de Alcalde
B. Lambert
Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
Consejera
M. Chaule
Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
Consejera
A. Dufour
Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
Consejera
L. Larivière
Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
Consejero
P. Armagnat
Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
Consejero
B. Bony
Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
Consejero
H. Caminade
Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
Consejero
P. Pelletier
Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
Consejero
J.-J. Rakowski
Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
Consejero
S. Scherer
Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme...
Delegado
F. Cousin


Enlaces útiles

Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme   Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme   Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme   Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme   Bienvenido a Domme, bienvenido al corazón del Perigord Negro: hacia 1281, el rey Felipe III, conocido como el audaz, decidió crear la bastida de Domme en La Barre, el acantilado que domina el río Dordoña por más de 150 m. El encanto de Domme es innegable, allí reina una atmósfera particularmente tranquila y serena, que apacigua el alma tan plenamente como el excepcional panorama del valle del Dordoña, que revela el castillo de Montfort, el pueblo de La Roque Gageac y el castillo de Beynac. Pero el destino ha ofrecido muchos otros tesoros a Domme

© MAIRIE DE DOMME
5, Place de la Halle - Domme 24250
05 53 28 61 00
mairie-domme@wanadoo.fr
El ayuntamiento de Domme está abierto al público :
- De lunes a viernes: de 9:00 a 12:00 y de 14:00 a 16:00 h.
- Sábado: de 9:00 a 12:00 h.